Agremia calcula que hay 350 calderas de carbón en la capital
Cómo acabar con la polución en Madrid
El Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático (Plan A) del Ayuntamiento de Madrid plantea, a partir de 2020, la eliminación de todas las calderas de carbón que todavía siguen operativas en la capital y cuyo número se estima en 350 aproximadamente.
Sin embargo, según Agremia (Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía), esta medida debería de adelantarse a 2019, sobre todo en la almendra central y más concretamente en los edificios residenciales que se encuentran dentro del área de Madrid Central.
“Las restricciones al tráfico son insuficientes, y los esfuerzos para mejorar la calidad del aire en Madrid deben centrarse ahora en la calefacción, ya que los altos picos de contaminación coinciden con el encendido de los sistemas centralizados”, opina José María de la Fuente, presidente de Agremia. “Siendo invierno la época en que se concentran, como estamos viendo, las activaciones de los protocolos anticontaminación, sorprende que los esfuerzos del Consistorio únicamente estén enfocados a reducir el uso del transporte privado”, prosigue.
En este sentido, la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) establece que la calefacción es responsable del 56% de las emisiones de partículas contaminantes, un 40% más que las que produce el tráfico rodado.
La normativa sobre instalaciones térmicas de edificación (RITE) prohíbe el uso de combustibles sólidos de origen fósil como es el carbón desde 2012, aunque se haya seguido permitiendo su uso en la Comunidad de Madrid. Concretamente se estima que todavía quedan 350 calderas de carbón, y más de 200 en las comunidades de propietarios ubicadas dentro del área de Madrid Central.
Desde Agremia solicitan al Ayuntamiento de Madrid que apruebe ayudas para la sustitución de calderas de carbón por otras más eficientes, y que sean complementarias al Plan Renove de Salas de Calderas aprobado por la Comunidad de Madrid.
También esta asociación demanda a la Administración Central la inmediata transposición de la Directiva Europea sobre Eficiencia Energética en su punto dedicado a la contabilización de consumos, que obliga a un sistema de medición individual en edificios con calefacción central, y que lleva un retraso de dos años. “La instalación de repartidores de costes en los radiadores permitiría reducir en un 25% la emisión de partículas contaminantes en Madrid, según datos de la Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción”, concluye De la Fuente.
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