El pasado 26 de noviembre, se celebró la I Jornada FENIE online 2020 en la que se analizó la situación de la actividad de las empresas instaladoras en el contexto de la pandemia derivada por la COVID 19 y sus oportunidades de cara al futuro más cercano.

Para ello se contó con la intervención de representantes de todos los agentes de la cadena de valor: instaladores (Fenie), distribución (Adime) y fabricantes (Afme) así como del ámbito de la Administración (IDAE, Ministerio de Transición Ecológica y Reto demográfico; Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital), Compañías distribuidoras y comercializadoras de energía y representantes de la Plataforma Sectorial contra la Morosidad para conocer cuál ha sido la situación de los plazos de pago durante la pandemia.

Todos los agentes coincidieron en el papel fundamental y decisivo que la empresa instaladora detenta en el nuevo paradigma de la transición energética y que debe saber aprovechar la oportunidad que ello le brinda a través de la potenciación de diferentes aspectos que pasamos a detallar:

• Formación continua: el sector de las instalaciones se caracteriza por su dinamismo, especialización y por estar sujeto a regulación. Regulación o normativa muy cambiante, que está sujeta, a su vez, a una continua revisión como consecuencia del avance y surgimiento de diferentes tecnologías.

La formación es la principal vía para que las empresas instaladoras resulten competitivas y para luchar contra el intrusismo profesional. Además, debemos animar a las nuevas generaciones a que se formen en ámbitos tecnológicos y sepan aprovechar las bondades de empleabilidad que les brinda  la Formación Profesional. Uno de los principales problemas de las empresas instaladoras en la actualidad supone la falta de nuevos profesionales cualificados a la hora de acometer contrataciones.

• Digitalización: digitalizar es automatizar procesos y tareas ya existentes e interrelacionarlos para optimizar resultados (producción, comercialización, distribución, relación con los clientes y proveedores). La capacidad de las empresas para adaptarse a la denominada Cuarta Revolución Industrial determinará sus posibilidades de competir y sobrevivir en el mercado.
• Polivalencia: las empresas instaladoras que amplíen su porfolio de servicios y actividades serán las que más desarrollo empresarial experimenten y por tanto un mayor crecimiento económico. Para ello es fundamental el punto primero, la formación.
• Potenciación del aspecto comercial: las empresas instaladoras detentan una gran fortaleza que es el acceso directo con el cliente. Tienen la capacidad de visitar a sus clientes para ofrecerles, no todas las opciones que hay el mercado, dado que en la actualidad se da una gran saturación de información; sino de ofrecerles la mejor opción para satisfacer sus necesidades concretas. Se trata de una gran oportunidad que hemos de saber aprovechar.
• Transición energética: El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que España ha presentado a la Unión Europea, determinará la transformación energética de los próximos años 2021-2030. Por su parte, Miriam Bueno, Subdirectora General de Prospectiva, Estrategia y Normativa en Materia de Energía del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que presentó las principales líneas de actuación del citado Plan, resaltó el papel “crucial” que desempeñarán las empresas instaladoras en el mismo. Y a su vez, el resto de los agentes que participaron en la jornada coincidieron en que las principales oportunidades de negocio y áreas de expansión para las empresas instaladoras serán:
  • Autoconsumo
  • Movilidad eléctrica, vehículo eléctrico
  • Climatización eficiente abastecida por fuentes de energía renovables (aerotermia y geotermia)
  • Generación distribuida (fotovoltaica, sistemas eólicos, cogeneración…)
  • Electrificación con energías renovables

Ahora bien, el representante del colectivo instalador (Fenie), manifestó que para poder llevar a cabo todo lo anteriormente expuesto, es preciso:

• controlar el intrusismo profesional,
• tener seguridad jurídica (para no volver a errores pasados como lo sucedido con la fotovoltaica) y
• simplificar los trámites administrativos.

Subrayó nuevamente que el instalador debe potenciar servicio frente a precio, asesoramiento frente a la mera compra, para combatir a la nueva competencia que ya se cierne como una nueva realidad: las grandes superficies o cadenas de venta online. Éste se trata de un sector, afortunadamente, poco maduro y aunque goce de mayores recursos y publicidad, el instalador debe poner el foco en su formación, su asesoramiento, cercanía y profesionalidad. Se trata de apostar por los canales y cadena de valor tradicionales en  los que la prescripción es la base. “Somos un colectivo muy luchador” afirmó el representante de Fenie.

Otro aspecto que se subrayó en la jornada fueron las líneas de ayuda que actualmente tiene disponibles el IDAE dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Según el Director de este organismo, Joan Groizard, este plan presenta subvenciones a la rehabilitación, puntos de recarga de vehículos eléctricos, instalaciones térmicas, autoconsumo, iluminación… e indicó que la ejecución a agotamiento de los fondos es fundamental para contar con nuevos fondos europeos. (https://www.idae.es/ayudas-y-financiacion)