Periodista
Madrid, 23 de enero de 2018
A través de una Consulta Pública sobre el Proyecto de Real Decreto por el que se regula la contabilización de consumos individuales, la Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía (Agremia) ha instado al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital a iniciar de manera inmediata las actuaciones sobre las instalaciones de calefacción centralizadas para dotarlas de sistemas que permitan el reparto de costes entre usuarios
Recordemos que la Transposición de la Directiva Europea no contempló el capítulo de la contabilización de consumo individualizado en instalaciones térmicas de edificios, siendo prevista su obligatoriedad desde el 31 de diciembre de 2016. “Sin embargo, la decisión del Gobierno de reactivar esta medida, supone un paso adelante sobre el derecho a pagar menos proporcionalmente por los gastos de calefacción”, piensa José María de la Fuente, presidente de Agremia. Y añade: “Se debe regular el derecho de los usuarios a elegir la temperatura de confort en cada estancia de sus viviendas”.
Asimismo, Agremia considera fundamental incluir en el Real Decreto la obligación de instalar válvulas con cabezal termostático, “ya que es este elemento el que incide directamente en la demanda real de calefacción, puesto que cierra o abre el paso de agua caliente al radiador según la temperatura que establezca el vecino para habitación”.
Aunque son ya más de 180.000 las viviendas que cuentan con repartidores de costes en sus radiadores, lo que tan sólo representa el 1,5% del total, esta Asociación propone un periodo transitorio a través del cual la obligación de adaptación de las instalaciones comunitarias se desarrolle a lo largo de un periodo de 4 años a partir de la entrada en vigor del Real Decreto. “Con ello evitaremos problemas como la imposibilidad de atender la demanda y, como consecuencia, un aumento de los precios y un incremento de la inseguridad jurídica”, manifiesta De la Fuente.
El criterio que ha puesto de manifiesto Agremia para planificar e implementar la medida de manera racional está basado en el número de viviendas del inmueble alimentadas por una misma central térmica. Durante el primer año, los repartidores de costes de calefacción serían obligatorios para edificios de más de 120 viviendas, en el segundo año tendrían que adaptarse los edificios que tuvieran entre 70 y 120 pisos; el tercer año involucraría a los bloques con más de 40 y menos de 70 pisos; y, finalmente, los edificios con menos de 40 viviendas completarían las fases para contar obligatoriamente con contadores.
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