El pasado 14 de marzo la directora General de Agremia, Inmaculada Peiró, mantuvo una reunión con la Directora General de Trabajo y Gerente del IRSS, Marina Parra, a la que también asistieron la Secretaria General de IRSS, técnicos de ambas instituciones, el Director de Relaciones Laborales de CEIM, el director de la Escuela de Agremia y dos empresas asociadas a Agremia, con el fin de abordar el grave problema que están teniendo aquellas empresas que han decidido contratar aprendices utilizando los nuevos contratos de formación en alternancia.

Desde Agremia, y con el apoyo de CEIM, se trasladó a los representantes de la Administración Autonómica el grave problema que debe afrontar el sector de las instalaciones energéticas debido a la falta de trabajadores cualificados. Con el fin de intentar paliar este problema, desde la asociación se ha impulsado un programa para que las empresas instaladoras que lo deseen, contraten jóvenes de entre 16 y 30 años, mediante un contrato de trabajo en alternancia con la formación, que tiene como objetivo compatibilizar la actividad laboral retribuida con los correspondientes procesos formativos en el ámbito de la formación profesional, los estudios universitarios o del Catálogo de especialidades formativas del Sistema Nacional de Empleo (Certificados de profesionalidad), según recoge el art 11.2 del Estatuto de los trabajadores.

Pues bien, las empresas afectadas se están encontrando con que, fundamentalmente en el ámbito de las instalaciones que se ejecutan en obra nueva, las empresas contratistas deniegan la entrada a estos trabajadores o limitan las tareas que pueden ejecutar hasta tal punto que hacen imposible el normal desarrollo de la actividad del trabajador y la adquisición de los conocimientos prácticos asociados a la formación que están recibiendo, frustrando así la finalidad última de este tipo de contratos y las expectativas tanto de los trabajadores como de las empresas.

Por todo ello, desde las asociaciones empresariales demandamos a la Administración el establecimiento de unos criterios básicos que permitan a los trabajadores que desempeñan sus funciones bajo esta modalidad contractual, el normal desarrollo de sus funciones con el fin de que adquieran el conocimiento y la práctica necesaria para facilitar su plena inserción en el mercado laboral, y contribuir, de esta manera, a paliar en parte la falta de mano de obra cualificada que sufre el sector y, como no puede ser de otra manera, con la observancia estricta de cuantas normas y recomendaciones de prevención de riesgos laborales sean necesarias para una prestación segura de su actividad laboral en este entorno productivo.

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